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Psicología

Día Mundial de la Lucha Contra la Depresión

El trastorno depresivo (o depresión) se entiende como un estado de ánimo bajo, la pérdida del placer o el interés por actividades durante largos períodos de tiempo. 

Las personas que lo experimentan presentan tristeza, irritabilidad, sensación de vacío o una pérdida del placer o del interés en general. Algunos otros síntomas de la depresión son, dificultades para concentrarse, sentimiento de culpa excesiva o de baja autoestima, falta de esperanza acerca del futuro, pensamientos de muerte o suicidio, alteraciones del sueño, cambios en el apetito o en el peso, sensación de cansancio o de falta de energía.

Los episodios depresivos pueden clasificarse en leves, moderados o graves, en función del número y la intensidad de los síntomas, así como de las repercusiones en el funcionamiento de la persona. 

La depresión es el resultado de la mezcla de factores sociales, psicológicos y biológicos. Quienes han pasado por circunstancias complicadas (desempleo, luto, eventos traumáticos) tienen más probabilidades de sufrirla, sin embargo la depresión puede afectar a cualquiera.  

Un dato muy interesante sobre la depresión es que está estrechamente relacionada con la salud física. Muchos de los factores que influyen en la depresión (como la inactividad física o el uso sustancias nocivas para la salud) también son factores de riesgo conocidos para enfermedades como cardiovasculares, el cáncer, la diabetes y las enfermedades respiratorias. A su vez, las personas con estas enfermedades pueden estar sufriendo depresión a causa de las dificultades asociadas con el manejo de su padecimiento.

Afortunadamente, existen tratamientos eficaces para la depresión. Los tratamientos psicológicos son el primer tratamiento contra la depresión ya que pueden enseñarnos nuevas maneras de pensar, de hacer frente a las situaciones o de relacionarnos con los demás. Pueden combinarse con antidepresivos en casos de depresión moderada y grave pero hay que saber que  los antidepresivos no son necesarios en caso de depresión leve.

Asimismo, el cuidado personal puede ser clave en el manejo de los síntomas de la depresión, así como en el fomento del bienestar en general.

¿Qué puede hacer para mejorar nuestros episodios de depresión?

  • Trata de seguir haciendo cosas que solías disfrutar
  • Mantén el contacto con amigos y familia
  • Haz ejercicio con regularidad, aunque solo sea dar un paseo.
  • Sigue hábitos alimenticios y de sueño saludables
  • Evita el consumo de alcohol y drogas ya que pueden empeorar la depresión
  • Cuéntale tus síntomas a alguien de confianza
  • Acude a un proveedor de salud mental.

Es importante destacar que los programas de prevención reducen la probabilidad de sufrir depresión. Entre las estrategias eficaces para prevenirla se encuentran los programas escolares para promover habilidades adecuadas para la solución de problemas y gestión de las emociones entre los niños y los adolescentes, las intervenciones dirigidas a los padres y los programas de ejercicio para las personas mayores, entre otros. Si te es posible, acércate a la información, a grupos de discusión, webinars, páginas fiables de difusión, y al trabajo del desarrollo personal. 

Elaborado por: Psic.Ximena Velda

Referencias

World Health Organization. (2023). Recuperado de: https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/depression